EL VERANO DE LOS JUGUETES MUERTOS

SINOPSIS
El inspector hispanoargentino Héctor Salgado ha cumplido los cuarenta, su esposa lo ha dejado por una mujer, tiene una relación difícil con su hijo y no termina de cuajar en el cuerpo de policía autonómico. Quizá su único refugio sea el cine, su gran pasión. Actualmente investiga la muerte de un adolescente. Lo que en principio era un caso sencillo se complica a medida que Salgado va conociendo a la familia del chico, empresarios respetados que quieren entrar en política  No es agradable hurgar en los secretos de los poderosos, a lo que hay que sumar coletazos de su caso anterior, un asunto de trata de blancas. La unidad de Salgado desmanteló una red recientemente y el cabecilla, un fanático del vudú, tiene sed de venganza. 

RESEÑA

Lo primero que pensé al leer las primeras páginas de "El verano de los juguetes muertos" es que Toni Hill sabe perfectamente lo que se lleva entre manos; conoce los mecanismos de la novela policíaca y del thriller y los maneja con mucha soltura. A partir de esa premisa supe que la novela no podía defraudarme, que el autor me haría sufrir, me tendría en tensión pegada a las páginas del libro y que al final, cómo mandan los cánones, me sorprendería. Y así fue. Me enganché irremediablemente a Héctor Salgado y a Leire castro, sufrí con sus vaivenes profesionales y sentimentales y casi sentí el sudor corriendo por la espalda en ese agobiante verano barcelonés que me resulta tan familiar. 

De entre todas las cosas que hace bien Toni Hill, y que son muchas, me ha llamado especialmente la atención el atinado dibujo de los personajes femeninos, sobre todo el de Leire Castro. Salgado es por supuesto el protagonista y por lo tanto el personaje más trabajado, pero su compañera, que se lleva una buena cuota de protagonismo, es un personaje con mucho gancho y que seguro tendrá un largo recorrido en la serie. Otro aspecto llamativo es el tratamiento que Hill da a los personajes implicados en la investigación y que no son policías, en este caso a los chicos amigos del adolescente muerto y a sus familiares. Sabemos de sus vidas y de sus angustias de forma directa, no a través de los policías que intentan desentrañar el posible suicidio de Marc, esta variedad de personajes y ambientes dotan a la novela de una gran riqueza e interés. 

Escrita con una fina ironía que se agradece, "El verano de los juguetes muertos" es una novela intensa y adictiva que deja con ganas de más. Por suerte ya hay una nueva entrega de Salgado, "Los buenos suicidas" y espero que vengan muchas más.